Unas de las imágenes culminantes de los evangelios en sus diferentes autores es la pasión de cristo y su culminación en la cima del golgota, cuando el Hijo de Dios, agonizante, clama a su padre eterno "PADRE PERDÓNALES PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN".
De ese momento estelar de nuestra historia de salvación he analizado en estos ultimos dias que Definitivamente el Amor de Dios para con nosotros sobrepasa todo entendimiento.
Pensé cual sería mi reacción hacia las personas, que me sometieran a mi, o a un ser querido a
1. Retención contra mi voluntad
2. Calumnias, Injurias, e Insultos sin justificación.
3. Violencia física, tortura,
4. atropellos sin par que me condijeran a una MUERTE SEGURA
Lo cierto es que me puse a revisar mis acciones, y aun cuando no es mi costumbre responder con la misma moneda los agravios, que he recibido "NADA COMPARABLES CON LOS DE NUESTRO SEÑOR", no puedo negar que me es especialmente difícil olvidar por completo la agresión.
No puedo negar que aunque de dientes para fuera manifieste activamente que todo está olvidado, muy a menudo cuando trato con esas personas que me agredieron recuerdo ese suceso.
No se si algún cristiano verdadero lea esta reflexión, y muy seguramente el podra afirmar triunfante que el si ha logrado perdonar, y que esa es la mayor demostración del amor de Dios, yo en verdad deseo tener esa capacidad pero a la fecha aun no la consigo, oro al espíritu santo, para que me ayude a sanar mi mente de tantos recuerdos y vivencias que ya no aportan nada a mi vida, solo el lastre de recuerdos desagradables que quiero tirar de una vez por todas.
Es cierto que Jesús nos dice "VENID A MI TODOS LOS CARGADOS, DEJAD SUS CARGAS EN MI QUE YO OS HARÉ DESCANSAR", y aunque frecuentemente oro y hago el propósito de entregarle todos esos kilos y kilos de lastre, mi inconsciente se revela contra el propósito de mi corazón una y otra vez.
De ello he concluido que aun estoy en el proceso, que aun me falta por andar, pero tengo la certeza que no por mi merito, sino por la gracia de Dios algún día estaré andando liviano como una pluma y sin saber porque ni como ni cuando seré liberado del peso que me aprisiona.
He concluido que solo el verdadero cristiano vive el Hoy, como el día mas importante sin guardar lastres innecesarios del pasado, y con la certeza que el futuro es de Dios.
Creo conscientemente que la verdadera expresión del amor de Dios es el perdón total, que no es un regalo que le damos a nuestros agresores, sino una gracia de Dios para nuestros corazones.
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